martes, 25 de marzo de 2014

TPACK y la Crisis de la Escuela Tradicional.

La siguiente es la respuesta a las preguntas de caracter reflexivo que elaboro eduin alexander, docente del diplomado, a partir del video que envié para alimentar los temas para la próxima sesión.. la primera parte es el contenido del mensaje que me envió, posteriormente trato de responder en términos reflexivos a dichos interrogantes.


Eduin Alexander:

El video es interesante donde trata de explicar la conexión que de existir entre lo pedagógico, lo disciplinar y lo tecnológico, bien como docentes estamos en dos partes, en lo disciplinar y pedagógico, que de una u otra forma ha tenido algunos buenos resultados, estas dos partes han sido a través de muchos años el tipo de educación que algunos docentes con trayectorias de 20 y 30 años ahora se enfrentan a otra forma de aprender que es a través de la tecnología?, la pregunta quien enseña a quién?, será que los docentes enseñaran a los estudiantes de este siglo cuando en internet puedes encontrar los tutoriales y cursos en línea y gratis? será que el docente para este siglo está a la vanguardia con un mundo que cada día está en un acelere, y que lo que hoy aprendí, mañana ya es historia? donde el estudiante está más pendiente de ver las fotos y comentarios de sus amigos que la consulta que le dejó el profesor X,? que a pesar de tener computador, internet, tablet, celular y otros dispositivos que sus padres les han comprado bajo pretexto que es para estudiar, académicamente no tienen buen rendimiento, en un sistema educativo donde aún las pruebas de estados son aplicadas en la manera tradicional donde el estudiante sólo tendrá  a la mano el lápiz y el borrador? porque aún no les permiten entrar dispositivos...entonces cuales podrían ser sus resultados si hoy  jóvenes y adultos  están haciendo un uso inadecuado de la tecnología, entonces ahora se pretende que nosotros los docentes cambiemos ese sistema a través de un diplomado, unos cuantos computadores y equipos tecnológicos dotados a la institución y que luego de eso se deben dar resultados, que deben ser muy positivos.

Bueno profe  sé que lo que pienso puede verse un poco pesimista, pero sé que hay mucho de lo que en realidad está pasando con los muchachos de hoy.



Lo primero que tengo que decir es que, me parece muy válido y apropiado que un docente del curso del diplomado, se disponga a reflexionar a partir de una sugestiva presentación en video del modelo tpack. Resulta bastante consecuente, el choque con la tecnología aplicada a la educación y el posterior traumatismo que ello genera, tal como lo expuse en la entrada anterior, la cual titule El crash tecnológico, los maestros de nuestras instituciones educativas del sector público con más de 20,30 años de servicio y experiencia, no solo desarrollan este traumatismo, sino que sus síntomas son cada vez más frecuentes en la población docente en general que no tiene precisamente 20, o 30 años de servicio. Esta escuela tradicional, que se funda en los conocimientos disciplinares y Pedagógicos, empieza a transformarse con la llegada de un nuevo elemento en su estructura, este es el componente tecnológico. Ahora bien, este nuevo elemento aporta a la estructura aspectos muy valiosos que ponen en crisis el concepto de enseñanza y aprendizaje y que por supuesto la evaluación entra en dicha crisis y es preciso replantearse. Si la escuela cumple un papel tan importante en el desarrollo de cualquier sociedad, lo es porque en su origen fundacional es la responsable de organizar un sistema que soporta la continuidad de esquemas productivos, sociales, económicos, políticos  y culturales, esto quiere decir que también la escuela debe satisfacer necesidades de orden antropológico, sociológico, filosófico y epistémico. Y por esto precisamente su lugar de privilegio entre las actividades humanas. En consecuencia, la transformación de la escuela a la cual asistimos hoy en día, es el resultado de la transformación de las sociedades, cada vez más globalizadas y menos atomizadas, más homogéneas y menos particularizadas, más ecuménicas y menos sectarias, los desafíos de la sociedad del siglo XXI, son los desafíos de la escuela y por lo tanto esta no puede darse el lujo de estar por fuera de los mismos, en otras palabras, no puede ir en contravía de las tendencias mundiales, pues son estas en ultimas las que orientan su desarrollo y estimulan su función social.  Una prueba de ello es la creciente demanda del sector productivo y de los servicios de talento humano con competencias técnicas y tecnológicas puntuales, al fin de cuentas la economía de mercado es la justificación de los índices de bienestar social en los países que como el nuestro intenta jugar en las grandes ligas del concierto mundial. Esto nos pone a pensar que la escuela de hoy tiene que preparar jóvenes que tengan ciertas habilidades que probablemente en otra época no fueron tan necesarias o simplemente no existían, vastos campos del conocimiento científico y tecnológico empiezan a desarrollar nuevas posibilidades y es allí donde las tecnologías de la información cobran vital importancia precisamente por su papel central. La escuela pues debe enfrentarse a estos nuevos retos y paradigmas en los cuales se exigen nuevas formas de aprendizaje y enseñanza y claro, nuevos métodos de evaluación y valoración de la misma, es preciso desplazar el protagonismo del docente, dada la gran cantidad de información que está disponible en la red y que los estudiante ya pueden accesar, aquí el docente se transforma en un estimulador de los aprendizajes y las búsqueda de fuentes de información, el profesor muestra las técnicas para adquirí competencia en el manejo de la información CMI, pero sin descuidar su compromiso vigilante para evitar que sus clases se multipliquen como espacios de recreo y entretenimiento, por la facilidad de descargar música, videos, juegos, fotos y otras entretenciones no tan saludables y formativas. También le asiste la noble tarea de orientar en el uso adecuado de los dispositivos, para que sean utilizados de manera que no sean simples dispositivos enajenantes, sino, recursos y herramientas que logran captar información valiosa con la cual se desarrolla el pensamiento y se adquiere conocimiento. Al final estará siempre un maestro para evaluar si en este recorrido fuimos efectivos y eficaces con nuestra misión, la cual no es otra que la de seguir formando ciudadanos del mundo, esta vez frente a retos y paradigmas que ponen en crisis nuestra tradicional forma de ver, sentir, comunicar, transmitir e interpretar la realidad.

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